Los científicos han descubierto una misteriosa explosión cósmica que no encaja con nada visto hasta ahora. Normalmente, los estallidos de rayos gamma —las explosiones más brillantes y potentes del universo— duran solo unos segundos o minutos. Pero en julio de este año, los astrónomos observaron uno que siguió explotando una y otra vez durante casi un día entero.
Este extraño evento, llamado GRB 250702BDE, ocurrió fuera de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Lo que sorprendió a los científicos no fue solo la duración récord, sino también el patrón repetido y casi rítmico de las explosiones, algo nunca registrado en más de 50 años de observaciones.
La explosión fue detectada por primera vez el 2 de julio con el Telescopio Espacial de Rayos Gamma Fermi de la NASA. Un día antes, el telescopio Einstein ya la había notado. Para estudiarla mejor, los astrónomos usaron el Very Large Telescope en Chile y luego confirmaron con el Telescopio Espacial Hubble que el estallido venía de más allá de nuestra galaxia.
¿Qué la causó? Los investigadores no lo saben con certeza.
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Una idea es que una estrella masiva, unas 40 veces más grande que el Sol, explotó de una forma especial que siguió alimentando las erupciones de energía.
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Otra posibilidad es que una estrella, tal vez una enana blanca, fue destrozada por un agujero negro. Pero para producir tantas explosiones continuas, tendría que haber sido un agujero negro raro: un agujero negro de masa intermedia.
Se cree que estos agujeros negros son más grandes que los formados por estrellas pero más pequeños que los supermasivos que se encuentran en el centro de las galaxias. Los astrónomos han sospechado de su existencia, pero demostrarlo ha sido muy difícil. Si esta explosión realmente provino de uno, sería la primera evidencia sólida.
Los científicos siguen estudiando el resplandor posterior y esperan medir cuánta energía se liberó y en qué punto exacto del universo ocurrió. Por ahora, el evento sigue siendo un rompecabezas cósmico que podría cambiar nuestra comprensión de los agujeros negros y la muerte de las estrellas.
