Arqueólogos en el sur de España han realizado un descubrimiento extraordinario: una enorme tumba de piedra, o dolmen, de unos 5.000 años de antigüedad y casi 13 metros de largo.
Los dólmenes son monumentos prehistóricos construidos con grandes losas verticales y techos de piedra. A menudo servían como lugares de enterramiento colectivo, aunque también podían tener usos rituales o simbólicos. El nuevo dolmen, hallado cerca del municipio de Teba en Andalucía, es considerado uno de los monumentos funerarios más grandes y mejor conservados de la región.
Sus muros de piedra superan los 2 metros de altura y estuvieron cubiertos por un túmulo de arena y piedras pequeñas. En el interior, los arqueólogos encontraron varios espacios funerarios con huesos humanos, junto con objetos como conchas marinas, piezas de marfil, puntas de flecha e incluso una alabarda, un arma que combina lanza y hacha.
Las conchas marinas llaman especialmente la atención, ya que fueron halladas lejos de la costa. Esto indica que las comunidades de la época mantenían redes de intercambio a larga distancia y que el mar tenía un valor social y simbólico importante.
Los investigadores creen que el dolmen fue utilizado para enterramientos colectivos durante muchas generaciones. Además, estos monumentos también podían marcar territorios o simbolizar la propiedad de la tierra, algo esencial en las primeras sociedades agrícolas.
España alberga numerosos dólmenes prehistóricos. Uno de los más famosos es el Dolmen de Guadalperal, de unos 7.000 años de antigüedad, conocido como el “Stonehenge español”. El nuevo hallazgo enriquece este patrimonio arqueológico, y los estudios en el lugar continúan en curso.
