Una residente del estado estadounidense de Carolina del Norte llamada Kay contactó recientemente con la sociedad de estudio de fenómenos anómalos “Singular Fortean” y relató una historia que le ocurrió en el otoño de 2024.
Esa tarde, Kay conducía su coche por una carretera rural a unos 90 km/h cuando, de repente, vio un ciervo en la cuneta, aparentemente a punto de saltar a la carretera justo delante de ella. Se dio cuenta de que no tendría tiempo de frenar si eso sucedía. Sin embargo, el ciervo no tenía intención de correr; en cambio, permaneció en la cuneta y luego cruzó la carretera tranquilamente después de que el coche hubiera pasado.
Kay se sorprendió por un comportamiento tan “razonable”, ya que los ciervos normalmente actúan de forma mucho más imprudente. Pero pronto vio algo mucho más extraño. Observó una enorme esfera OVNI naranja que volaba por el cielo de derecha a izquierda, no muy alto sobre las copas de los árboles. Se movía en una trayectoria muy recta y pronto desapareció en el bosque.
“¡No podía creerlo! Llegué al final del camino, giré hacia otra carretera y, unos segundos después, vi algo parecido a una enorme bola de fuego naranja moviéndose por el cielo de derecha a izquierda. Fue increíble, nunca había visto nada igual… pero me sentí aliviada”, contó Kay.
De alguna manera, la mujer concluyó que el comportamiento del ciervo y el OVNI naranja estaban relacionados. Cuando llegó a casa, comenzó a buscar en Internet información sobre OVNIs naranjas y descubrió que, en la ufología, este tipo de objetos se consideran amistosos con los humanos e incluso protectores. En particular, algunos testigos, al ver esferas de color naranja brillante, afirmaron sentir una sensación de simpatía procedente de ellas, como si fuera a través de algún tipo de telepatía.
Quizás estas esferas emitan una energía especial “tranquilizadora” que perciben tanto los humanos como los animales, y por eso el ciervo no se lanzó imprudentemente a cruzar la carretera delante del coche que circulaba rápido, sino que esperó tranquilamente en la cuneta hasta que ella pasara.
