Entre Australia y la isla de Tasmania se encuentra un lugar llamado el estrecho de Bass (Bass Strait), que desde su descubrimiento oficial a finales del siglo XVIII ha sido considerado casi maldito. Hoy en día, los lugareños lo llaman el «Triángulo de las Bermudas australiano». Esto se debe a que, casi cada año, desaparecen aviones (principalmente privados pequeños), barcos de pesca y lanchas en esta zona. Algunos luego se encuentran vacíos o como restos; otros simplemente desaparecen sin dejar rastro.
La víctima más reciente fue una avioneta ligera con un piloto y su acompañante, una mujer, que el estrecho de Bass “se tragó” el pasado sábado 2 de agosto de 2025. Volaban desde Tasmania para visitar a unos amigos en el pueblo de Condobolin, en el estado australiano de Nueva Gales del Sur. El avión debía aterrizar en el aeropuerto local alrededor de las 17:00 hora local, pero nunca llegó. El piloto no se comunicó con nadie ni envió señales de emergencia antes de desaparecer.
Se informa que el piloto era muy experimentado, incluso demasiado: tenía ya 70 años. Sin embargo, los jubilados no son algo raro entre los pilotos de avionetas.
Actualmente, continúan las labores de búsqueda del avión supuestamente caído en el mar o en algún punto de la costa. El estrecho de Bass está muy bien estudiado y desaparecer sin dejar rastro allí parece prácticamente imposible, como si alguien desapareciera cerca del puente de Kerch, en Crimea. Aunque en la zona hay fuertes corrientes y vientos, las historias sobre una zona anómala en este lugar son muy populares en Australia.
La teoría paranormal más famosa sobre el estrecho de Bass afirma que allí existe una base submarina de OVNIs, y que debido a sus interferencias, los aviones y barcos sufren daños irreparables o directamente son secuestrados por extraterrestres.
La víctima más conocida del estrecho de Bass es el piloto Frederick Valentich, quien desapareció en octubre de 1978 tras despegar de Melbourne con destino a la isla King, ubicada en el estrecho. Minutos antes de que se perdiera todo contacto con él, Valentich reportó haber visto un objeto volador no identificado que se le acercaba desde el este. Ni él ni su avión fueron encontrados jamás.
