El ADN de virus antiguos en nuestros genes podría estar relacionado con enfermedades cerebrales
Los científicos han descubierto que casi la mitad de nuestro ADN proviene de virus antiguos que infectaron a nuestros antepasados hace millones de años. La mayoría de estos fragmentos genéticos, llamados retrotransposones o “genes saltarines”, suelen permanecer inactivos. Pero en ciertas condiciones pueden “despertar” y producir proteínas similares a las virales que dañan las células cerebrales y provocan inflamación.
Cada vez hay más pruebas de que estos genes reactivados podrían desempeñar un papel en enfermedades neurodegenerativas como la ELA (esclerosis lateral amiotrófica, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig) y el Alzheimer. En experimentos con ratones, moscas y tejidos humanos, la activación de estos genes virales dañó las neuronas y aceleró síntomas similares a estas enfermedades.
Un factor clave parece ser la disfunción de proteínas que normalmente mantienen a los retrotransposones bajo control, como la TDP-43 en la ELA o la proteína tau en el Alzheimer. Cuando estas proteínas fallan, la “puerta del armario” que mantenía oculto el ADN viral se abre y los fragmentos antiguos empiezan a causar problemas.
Como los retrotransposones se comportan de manera similar a los virus, los investigadores están probando medicamentos antirretrovirales (usados contra el VIH) como posibles tratamientos. Los primeros ensayos muestran que estos fármacos pueden reducir la actividad de los retrotransposones y la inflamación cerebral, e incluso ralentizar la progresión de los síntomas en algunos pacientes.
Aunque aún no es una explicación aceptada por todos, esta nueva línea de investigación podría transformar la comprensión del envejecimiento cerebral e inspirar tratamientos innovadores para enfermedades que afectan a millones de personas en todo el mundo.
