La Dacha de Joseph Stalin en Sochi ha sido incluida en la lista de las atracciones turísticas más misteriosas de Rusia. «La Dacha de Joseph Stalin en Sochi está situada a una altitud de casi 160 metros. Aquí, el Secretario General recibía a sus invitados y trataba sus enfermedades. Trabajadores y visitantes de la dacha afirman que el espíritu del líder ahora deambula por los pasillos y edificios», informó Valeria Shurko, corresponsal de «Kuban 24».
Algunos han visto al Secretario General con una túnica blanca y una pipa en la mano caminando por la sala de billar, mientras que otros han sentido que Joseph Stalin estaba de pie en el balcón, inspeccionando su dominio, que se extiende por casi 4,000 metros cuadrados.
Cada día, la reputación de la dacha de Stalin atrae a decenas de turistas. Los aficionados a lo místico en los hechos históricos intentan descubrir sus secretos. Observan de cerca los espejos y escuchan los sonidos para sentir la presencia de un fantasma.
Sin embargo, la dacha de Stalin trata principalmente sobre historia y arquitectura, y entre los fanáticos de lo sobrenatural, hay muchos escépticos.
«La gente dice que el espíritu de Stalin permanece en cada una de sus dachas, vagando por el edificio. Creo que un fantasma es más probable que aparezca donde vivió más tiempo, donde ocurrieron eventos significativos o donde murió, pero aquí es solo una leyenda», dijo la turista Nadezhda Yefremova.
Anna Khovantseva tampoco cree en las leyendas sobre el fantasma del líder. Ha estado trabajando como guía turística en la residencia de Stalin durante más de diez años, y durante todo ese tiempo, la silueta del Generalísimo nunca se le ha aparecido. Pero el espíritu del líder vive en cada exposición.
«Uno de los objetos más interesantes de nuestra colección es un regalo del líder de la República Popular China, Mao Zedong, presentado a Stalin en 1949 por su 70º cumpleaños oficial: dos tinteros de cristal, un candelabro, un soporte para plumas y un pisapapeles», dijo la guía turística Anna Khovantseva.
«Joseph Stalin no podía imaginarse un día en su dacha de Sochi sin realizar trabajo de importancia estatal. En una de las habitaciones se encuentra un escritorio con un teléfono de disco que estaba conectado con el Kremlin. El Secretario General marcaba el número y, en unos segundos, se conectaba con Moscú», señaló Valeria Shurko.
A medida que cambiaba el liderazgo del estado, también lo hacía la dacha de Joseph Stalin, pero una de las salas se ha conservado en su forma original. Sus paredes y techo están revestidos con maderas nobles, y las ventanas ofrecen vistas panorámicas del Monte Ajún por un lado y del Mar Negro por el otro. La dacha de Stalin está incluida en el Registro Internacional de Fantasmas. Sin embargo, el espíritu del Secretario General no es la razón principal para visitar la residencia.
«Creo que el misticismo es solo una moda. No fue el misticismo lo que ayudó a Stalin a mantener unido al país durante 31 años y a construir una gran potencia. Y murió en Kuntsevo en 1953, mucho tiempo después de haber estado aquí por última vez, en septiembre de 1950, por lo que los espíritus no nos molestan aquí», declaró Anna Khovantseva.
