Esta historia se dio a conocer gracias a un informe de cuatro páginas, fechado el 8 de diciembre de 2008, escrito por el teniente Eisenhower Guerka Austria, que llegó a manos de ufólogos brasileños.
Los hechos descritos en el informe ocurrieron la noche del 19 al 20 de noviembre de 2008 en la ciudad brasileña de Claudio. Todo comenzó cuando la sargento Renata Veloso avistó un OVNI brillante en el cielo. El objeto descendió rápidamente desde una gran altura, lo que llevó a Veloso a pensar inicialmente que era un rayo. Veloso y otros policías patrullaban las calles esa noche, en vísperas de un partido de fútbol entre las selecciones de Brasil y Portugal. Veloso llamó a su esposo, el teniente Eisenhower Guerka Austria, comandante de un pelotón de la policía militar, quien también observó el OVNI desde su ventana.
El objeto era grande y brillante, con una forma poco clara, posiblemente hexagonal. Dos objetos esféricos más pequeños lo acompañaban en el cielo. El OVNI se desplazaba suavemente hasta que se acercó a una iglesia local, momento en el que las esferas comenzaron a brillar: una en color plateado y la otra en rojo, cambiando regularmente la intensidad de su luminosidad.
El teniente Austria decidió enviar a varios miembros de la policía militar para perseguir los objetos misteriosos mientras él permanecía en la base. Al llegar, los oficiales quedaron asombrados. «¡Mira eso!», exclamaron entre sí. El OVNI comenzó a volar rápidamente y pronto desapareció en dirección al pueblo de San Bento.
Dos oficiales, los sargentos Valdir Araujo Silva y William Alcione Alves de Silva, investigaron un campo de caña de azúcar cercano donde encontraron a dos seres humanoides luminosos. «Vimos a dos criaturas luminosas de unos 90 centímetros de altura moviéndose entre la caña de azúcar. Estábamos en una camioneta Mitsubishi circulando por un camino rural cuando el sargento William notó algo en los arbustos. Inmediatamente giró el vehículo hacia estas criaturas luminosas. Cuando nos acercamos, a unos 15-20 metros, comenzaron a ‘deslizarse’ entre los tallos de caña. Circulábamos a unos 20 km/h, pero ellas seguían delante de nosotros, a la derecha.
Era evidente que estas criaturas ‘caminaban’ sin tocar el suelo. No pudimos ver claramente sus pies o manos, pero sí sus brazos, piernas y cabezas ovaladas. Aunque brillaban, su luz no iluminaba el entorno.»
Según el informe, durante la «persecución», uno de los sargentos intentó fotografiar a las criaturas, pero no pudo encontrar su cámara. Los oficiales afirmaron que las criaturas luego interactuaron con ellos de una manera similar a un experimento científico: «Parecían controlar nuestros pensamientos, haciendo que nuestros cuerpos se sintieran cansados e incapaces de pensar de manera estratégica o táctica. Estábamos en un estado en el que no podíamos determinar qué era real, qué era un sueño o qué era una pesadilla, y todos experimentamos y vimos lo mismo.
Después de este encuentro, sufrimos dolores de cabeza, ansiedad y no podíamos dejar de hablar y discutir lo que habíamos visto. Sentíamos una sed intensa. Lo que nos pareció 40 minutos en realidad duró 2-3 horas.»
No está claro cómo terminó el encuentro, pero parece que las criaturas finalmente desaparecieron. Más tarde, cuando los militares interrogaron a los residentes locales, descubrieron que, durante el mismo período, también les ocurrieron incidentes extraños. Algunos informaron sentir un calor intenso en sus hogares, otros experimentaron fallos en sus automóviles o se sintieron inusualmente cansados, somnolientos y ansiosos. Incluso hubo historias de personas que «levitaban.»
Hasta el día de hoy, no se han esclarecido más detalles sobre este caso.
