Esta historia tan peculiar fue publicada en 2008 en el sitio web canadiense de ufología ufobc.ca.
Todo comenzó ese año cuando la amiga de la autora fue atacada en la calle y golpeada en la cabeza varias veces con un objeto pesado. La mujer, ya mayor, sufrió una grave lesión craneal. Fue llevada de urgencia a cirugía, donde le removieron una parte del cráneo y la pusieron en coma inducido médicamente.
«Su hermoso rostro se había hinchado hasta el tamaño de una pelota de baloncesto. Casi pensé que no era ella, como si estuviera mirando a una desconocida. La conozco desde hace 40 años; era mi amiga más cercana, y crecimos juntas.
Ella estaba en coma inducido médicamente después de que le quitaron parte del cráneo, así que tenía miedo de siquiera tocarla. Quería acostarme y simplemente abrazarla, pero no me lo permitieron debido a todas sus lesiones en la cabeza.»
Más tarde esa noche, después de regresar del hospital, la mujer decidió meditar «para la curación» y se encontró en la habitación del hospital de su amiga, de pie junto a su cama. Permaneció allí durante mucho tiempo, sin saber qué hacer a continuación.
De repente, aparecieron dos seres junto a ella. Parecían empujarla a un lado y rodearon en silencio a la paciente en coma. Comenzaron a trabajar en ella, actuando como cirujanos experimentados.
«No tenía idea de quiénes eran ni qué estaban haciendo, pero el primer pensamiento que me vino a la mente fue, ‘¿son alienígenas?’ Estuve allí observándolos más que lo que estaban haciendo. Pensé que parecían mantídeos. Mantídeos alienígenas. Nunca podría haber imaginado cosas así en un millón de años. No vi todo lo que estaban haciendo porque estaba tan sorprendida por lo que veía.»
La mujer luego volvió a concentrarse en la imagen de su amiga y vio su cabeza ante ella, que estaba abierta de par en par como si estuviera perfectamente cortada por la mitad.
«Vi su carne cruda recién cortada, y estos mantídeos alienígenas estaban retirando cuidadosamente y de manera metódica pedazos de hueso, piedras o algo más de su cerebro. No se parecía en nada a lo que imaginaba que eran las ‘entrañas’ del cerebro; era solo un corte limpio.
Los dos mantídeos trabajaban rápidamente y no decían ni una palabra. Luego parecía que perdía la conciencia y no recordaba nada más. He oído hablar de guías que pueden ayudar en la meditación curativa, pero ¿de dónde vinieron estos seres?»
Según la autora, cuando estaba en su meditación junto a la cama de su amiga y antes de que aparecieran los dos seres, parecía mirar dentro de la cabeza de su amiga y vio un punto negro (presumiblemente el sitio de la lesión). Del punto empezaron a salir de repente arañas, cientos de arañas. Y cuando atrapó una, desaparecieron.
Desafortunadamente, si la amiga de la mujer fue realmente curada por algún tipo de mantídeo astral, eso no prolongó significativamente su vida. La autora escribe que dos semanas después, su amiga falleció.
