El escritor e investigador de fenómenos paranormales Jeff Belanger ha compilado una lista de las diez rutas turísticas más místicas de Estados Unidos desde su punto de vista.
Encabezando la lista está el Parque Nacional Gifford Pinchot (condado de Skamania, Washington). Según los testigos, a menudo se escuchan sonidos extraños allí y se ven animales desconocidos incluso para el canal Discovery.
La segunda ruta en la lista es la “Casa de las Brujas” en Salem, Massachusetts. En el siglo XVII, la ciudad ganó fama por sus juicios de brujas. Desde entonces, la brujería se ha convertido en una parte integral de la identidad de la ciudad: una bruja en una escoba es el emblema del departamento de policía local, y numerosas tiendas ofrecen suministros mágicos, pociones y cristales encantados. Los visitantes también pueden consultar a adivinos locales.
La tercera ruta misteriosa abarca los estados de Nueva York y Vermont, así como la provincia canadiense de Quebec. El lago Champlain, rodeado por estas áreas, se rumorea que alberga un plesiosaurio u otra criatura gigante. Los lugareños incluso han bautizado a su dinosaurio residente como “Champ.”
En cuarto lugar se encuentra el crucero Queen Mary, atracado en el puerto de Long Beach, California. Durante la Segunda Guerra Mundial, el barco transportó prisioneros de guerra, muchos de los cuales murieron de deshidratación o se suicidaron. Las tragedias continuaron en Queen Mary incluso en tiempos de paz, y muchos creen que el barco está embrujado. La sala de máquinas, la cubierta de segunda clase y la piscina son consideradas las áreas más activas paranormalmente.
La “Casa del Pirata” en Savannah, Georgia, también atrae a numerosos visitantes. Los cazadores de fantasmas pueden disfrutar de un vaso de ron y una buena comida en una taberna construida en 1753. Muchas leyendas de piratas rodean este edificio, la más famosa trata de un pirata borracho que murió en la taberna mientras pedía una bebida con su último suspiro.
La sexta ruta conduce a Roswell, Nuevo México. Desde julio de 1947, cuando supuestamente se estrelló un objeto volador no identificado, los debates entre entusiastas de lo paranormal y escépticos sobre si era un globo meteorológico o parte de un platillo volante se han intensificado. El incidente incluso dio lugar a teorías de conspiración, y Roswell se ha convertido en un lugar de peregrinación para los amantes de los ovnis.
En séptimo lugar en la lista de rutas místicas está la Casa Blanca en Washington, D.C., que se dice está llena de fantasmas. Las apariciones más activas incluyen el fantasma de Abraham Lincoln en el dormitorio presidencial del segundo piso, un soldado inglés en la Galería Norte y la primera dama Abigail Adams en la Sala Este.
El octavo lugar lo ocupa el Pantano Hockomock y el Bosque Freetown en el «Triángulo de Bridgewater,» Massachusetts. En las ciudades que forman este triángulo—Abington, Rehoboth y Freetown—se reporta una alta concentración de actividad paranormal. Los lugareños suelen ver fantasmas, destellos brillantes en el cielo y ovnis.
El noveno lugar lo ocupa el «Cementerio de San Luis» en Nueva Orleans. Para ver un fantasma, solo deja un buen cigarro y un vaso de ron blanco en una tumba. Por ejemplo, se dice que el espíritu de Marie Laveau aparece a cambio de tales ofrendas. Otros sitios embrujados notables incluyen la «Casa Ashley,» que sirvió como hospital durante la Guerra Civil, y la Casa-Museo Beauregard-Keyes, dedicada al general confederado Pierre Beauregard.
Finalmente, el último lugar en la lista es para las tierras agrícolas del este de Nebraska, según USA Today. Fue allí, en 1990, donde aparecieron por primera vez los misteriosos círculos de cultivos, más tarde celebrados en Hollywood. Los místicos creen que fueron creados por un platillo volador, mientras que los escépticos los atribuyen a bromistas con mucho tiempo libre.
