Durante las últimas dos semanas, los residentes del pueblo de Kampung-Kepi en Malasia han estado viviendo en un estado de estrés intenso: una extraña figura humanoide oscura ha comenzado a visitar sus hogares por la noche.
Haslinda Hassim, de cincuenta y cuatro años, cuenta que todo comenzó cuando una tarde su hijo de diecisiete años notó cierta actividad sospechosa cerca de una casa vecina y le aconsejó que cerrara todas las ventanas y puertas de su propia casa.
Más tarde, su hijo y un amigo llegaron a su casa, y cuando ella los dejó entrar, los tres escucharon un fuerte golpe desde afuera, como si algo pesado hubiera caído allí.
Haslinda intentó ver qué había allí asomándose por la puerta y logró notar algo oscuro que se arrastraba allí.
«Al principio, lo ignoré, pensando que solo eran mis ojos jugándome una broma cruel, que era solo una ilusión. Pero cuando lo vi de nuevo, me miró fijamente, se puso de pie y corrió rápidamente hacia la carretera principal, desapareciendo en la oscuridad», dijo ella.
En los días siguientes, la actividad sospechosa cerca de la casa de Haslinda ocurrió cuatro veces más. La última vez fue a las 2:30 a.m. cuando la gente se despertó por ruidos fuertes de algo arañando, como si alguien intentara trepar por la pared o romper una ventana.
Simultáneamente, otros habitantes del pueblo comenzaron a informar avistamientos de una extraña figura oscura durante la noche. Mariam Johit, de sesenta y siete años, informó que su hija escuchó a alguien sacudir la cerca fuera de su casa.
«Esta fue la quinta vez que alguien perturbaba nuestra casa. Anoche, cuando estábamos mi, dos de mis hijos y mi nieto en casa, alrededor de las 9 p.m., escuchamos cómo las puertas delanteras de la casa temblaban.
Mi hija Norinor Mohd Nur apartó las cortinas y vio una figura fantasmal acechando fuera de la casa. Gritó ‘¡Hay alguien allí!’ antes de correr a abrir la puerta principal y salir, pero la figura fantasmal ya se había movido», dijo ella.
Entonces la hija de Mariam escuchó los pasos rápidos de alguien, y la misteriosa figura desapareció. Ante sus gritos, familiares y vecinos se reunieron, inspeccionaron minuciosamente todo alrededor de la casa de Mariam, pero no encontraron a nadie sospechoso.
La situación escaló al punto en que la gente se quejó ante el comité de seguridad local. Su presidente, Mohammad Sah Suleiman, hizo la siguiente declaración.
«Estas perturbaciones han estado ocurriendo durante más de una semana, causando miedo y caos entre la población local hasta el punto de que algunos de ellos tienen miedo de usar el baño en sus propias casas para aliviarse».