El 15 de marzo de 2018, Isabel González, de 16 años, junto con tres amigos, iba en un automóvil por una calle de San José, California, EE. UU. El mayor del grupo era Brandon Gómez, de 22 años, quien conducía el vehículo. Todos, incluido el conductor, no solo estaban bajo los efectos de la marihuana, sino también en un estado de fuerte intoxicación alcohólica. No fue una sorpresa, entonces, que en algún momento Brandon perdiera el control del automóvil y este chocara contra un árbol al borde del camino. Brandon e Isabel murieron en el lugar, mientras que los otros dos adolescentes resultaron heridos y fueron trasladados al hospital.
El lugar del accidente fue fotografiado por la policía, y las imágenes se incluyeron en el informe oficial. Más tarde, la madre de Isabel, Melinda Martínez, de 43 años, pidió permiso para ver las fotos y leer el informe. En una de las imágenes, notó unas figuras blancas, translúcidas y extrañas que parecían formas humanas, paradas cerca del árbol entre los restos del automóvil.
«Quería saber todo por lo que pasó, fuera bueno o malo. Me dieron algunas fotos y, mientras las mirábamos, dije: ‘Dios mío, esos son ángeles’. Sentí que mi hija era tan especial que Dios nos permitió vivir este momento. Creo que si no hubiera visto esas fotos, no estaría aquí hoy, porque quería con todas mis fuerzas estar con ella», dijo Melinda.
Al ampliar el fragmento de la foto, de hecho, se puede ver algo que parece figuras borrosas de dos o tres personas con túnicas blancas, de pie cerca unas de otras. Algunas personas en Internet creen que se trata de una ilusión óptica, mientras que otras están convencidas de que son ángeles. También hay quienes piensan que las figuras no son ni ángeles ni una ilusión, sino las almas de los fallecidos, Isabel y Brandon.