Bob Mortimer, actor, comediante y escritor británico de 64 años, conocido principalmente por el programa de televisión «Mortimer and Whitehouse Gone Fishing» en BBC Two, se sometió a una cirugía de triple bypass en 2015, durante la cual su corazón se detuvo durante 32 minutos.
Cuando se despertó después de la cirugía, relató haber experimentado lo que comúnmente se denomina experiencia cercana a la muerte: en particular, vio un túnel con luz al final y sintió una extraordinaria sensación de paz y alegría.
«Realmente vi la luz al final del túnel. Me estaba moviendo hacia la luz y me sentía más feliz que nunca en mi vida. Fue bastante inusual, y luego me desperté al día siguiente, y todo estaba bien conmigo. Y pensé: ‘Está genial. Ya no tengo miedo a la muerte y a todo lo demás'», relata Mortimer.
Compartió esta historia cuando recientemente apareció en el podcast de Katie Burke «Where There’s A Will, There’s A Wake». Después, muchas personas le escribieron sugiriendo que simplemente era el mecanismo de su cuerpo en funcionamiento.
«Muchas personas me escribieron: ‘Es porque tu cuerpo libera una gran cantidad de PCT, alguna sustancia química que te ayuda a pasar por este estado, y te hace tener alucinaciones’. Me sentí un poco triste al respecto», dijo.
Esta es de hecho la hipótesis científica más popular sobre por qué muchas personas ven tales cosas mientras están en un estado de muerte clínica. Algunos científicos creen que las sustancias psicoactivas -exógenas o endógenas (producidas en el cuerpo humano, como la dimetiltriptamina)- inducen un estado de conciencia alterada.
Otra versión popular sugiere que las experiencias cercanas a la muerte son un fenómeno neuropsicológico asociado con la actividad del cerebro humano en condiciones de deficiencia de oxígeno y glucosa debido a la detención cardíaca y la cesación del flujo sanguíneo.
Sin embargo, estas teorías no pueden explicar los casos en los que las personas que fueron resucitadas con éxito después de la muerte clínica relataron estar flotando sobre sus cuerpos y viendo al personal médico realizando sus tareas. Además, informaron con precisión detalles específicos de la situación que nadie les había contado.
Algunos especialistas han intentado (y siguen intentando) estudiar casos de experiencias cercanas a la muerte, pero lamentablemente todavía hay muy pocos de ellos, y los científicos más serios no los toman en cuenta.