En 2001, en la provincia canadiense de Quebec, el director William Reeve filmó un documental titulado «El Gran Norte», que se centra en la vida salvaje local.
Fue solo después de que la película se estrenó que alguien accidentalmente notó una criatura extraña en una escena, que se parecía más a una gorila—o tal vez a un yeti…
Esta criatura aparece solo unos segundos en una escena con caribúes corriendo a lo largo de la orilla de un cuerpo de agua. En el fondo, en el centro del encuadre, algo negro aparece repentinamente, aparentemente corriendo sobre sus patas traseras dobladas durante un par de segundos antes de poner sus patas delanteras en el suelo y desaparecer detrás de una colina.
Desde esta distancia, es difícil distinguir detalles, pero la parte delantera de la criatura—su cabeza y extremidades—no se parece a la de un oso, sino que se asemeja mucho a un primate grande, específicamente una gorila.
Parece que esta criatura se asustó con la gran manada de caribúes corriendo y por eso se escondió. Inicialmente, puede que hubiera corrido para atacar a un ciervo, pero sobreestimó sus habilidades.
Naturalmente, los gorilas no son nativos de Canadá, y los primates en general no habitan en América del Norte. Nadie ha escuchado nunca que los gorilas se escapen de zoológicos o circos en Canadá.
El fragmento con esta extraña criatura se publicó en línea hace ocho años, pero en ese momento no atrajo mucha atención. Sin embargo, recientemente se ha vuelto viral. Lamentablemente, el director de la película, William Reeve, falleció hace tres años.
Sin embargo, durante su vida expresó su opinión sobre esta criatura. Primero desmintió la sugerencia de que se tratara de un «habitante local en un abrigo de piel», afirmando que, además de su equipo, no había nadie más en los alrededores:
«Absolutamente no. No había extraños a cientos de millas del lugar donde estábamos. Solo estábamos nosotros, y teníamos un equipo muy pequeño de solo nueve personas.»
Reeve también rechazó la idea de que la figura pudiera ser un oso, señalando que la zona estaba en el borde más al norte del área de distribución de osos y que el equipo no había visto un solo oso durante todo el tiempo que estuvieron allí.
«Además, si un oso hubiera salido corriendo, lo habría hecho en cuatro patas y en una posición horizontal—pero este objeto que vemos es más vertical y parece correr en dos patas.»
Este video también fue revisado fotograma a fotograma por entusiastas del yeti, y algunos sugieren que parece que la criatura tiene un pequeño cría en su espalda.
